Fotos de la Muestra para pensar
Queremos agradecer las fotos de la Muestra correspondientes al Primer piso dedicado al Modelo Agroexportador enviadas por Natalia Uccello y Florencia Curci de la Casa Nacional del Bicentenario. Estas fotos ilustran la metáfora del "granero del mundo" por un lado y el contraste y las desigualdades sociales entre un palacio de la oligarquía terrateniente y un conventillo de inmigrantes.
La aplicación de la Teoría de los Discursos Sociales de Eliseo Verón a la muestra "Economía y Política: 200 Años", presentada en la Casa del Bicentenario
martes, 15 de noviembre de 2011
jueves, 10 de noviembre de 2011
Actividad: la Casa del Bicentenario y la dimensión ideológica y del poder (Diego Feldman)
Esta actividad está diseñada para ser trabajada en grupos de forma presencial en el aula, posteriormente a haber visitado la muestra "Economía y Política: 200 Años".
Para contestar las consignas a esta actividad, es necesario leer primero los apuntes 'La Teoría de los Discursos sociales' y 'Semiosis de lo ideológico y el poder' publicados en este blog y creados especialmente.
Para contestar las consignas a esta actividad, es necesario leer primero los apuntes 'La Teoría de los Discursos sociales' y 'Semiosis de lo ideológico y el poder' publicados en este blog y creados especialmente.
El objetivo de esta actividad es aplicar los conceptos de lo ideológico y el poder al piso que trata de la economía agroexportadora en la muestra "Economía y política: 200 años de historia", que tiene lugar en la Casa Nacional del Bicentenario.
Observen con atención la siguiente imagen, que se exhibe en el pabellón dedicado al modelo agroexportador:
1. ¿A qué hace referencia la foto?
2. La fotografía fue tomada en 1995. Tengan en cuenta lo presentado en el siguiente hipervínculo:
¿Qué marcas pueden ver en las fotos que les remitan a las condiciones sociales (históricas) de entonces?
3. ¿Qué marcas en común pueden encontrar en la fotografía anterior y en las siguientes, que den cuenta las condiciones sociales de producción?
Sociedad Rural argentina, 1900 |
Videla en la inauguración de la muestra de la Sociedad Rural Argentina, 1976 |
Videla en la inauguración de la muestra de la Sociedad Rural Argentina, 1976 |
4. ¿Por qué piensan que las tres etapas que están representadas en las fotografías anteriores, que coinciden con las de la muestra del modelo agroexportador en la Casa del Bicentenario, están aglutinadas en un mismo piso? Observen el mapa de la muestra y expliquen la dimensión ideológica y especifiquen cuáles son las condiciones sociales de producción que hacen que esa sea la lógica de armado de la muestra (la distribución de los espacios) y no otra:
5. De acuerdo con su propia experiencia, lecturas, educación, es decir, desde sus propias condiciones sociales, propongan una nueva lógica de organizar una muestra de la historia económica y política de Argentina.
5. De acuerdo con su propia experiencia, lecturas, educación, es decir, desde sus propias condiciones sociales, propongan una nueva lógica de organizar una muestra de la historia económica y política de Argentina.
Semiosis de lo ideológico y el poder
En el apunte anterior detallamos las definiciones de semiosis social, y establecimos que los discursos son recortes espacio-temporales. Es decir, aparecen en condiciones histórico-sociales particulares. Detallamos también las definiciones de condición de producción y reconocimiento, y circulación. Es tiempo de ocuparse de un análisis en producción y en reconocimiento particulares: lo ideológico y el poder.
La ideología versus lo ideológico
Verón considera que la noción de ideología está viciada de lo que él llama obstáculos epistemológicos, marxistas e izquierdistas, al asociar esta noción a la de falsa conciencia. Es por eso que él propone hablar de la dimensión ideológica o lo ideológico.
Esta dimensión, de acuerdo a Verón, atraviesa a todos los discursos, sin exepción, incluso aquellos que son discursos sobre la ideología, a la que considera un concepto descriptivo de visiones del mundo. La dimensión ideológica está presente entonces en todos los discursos de alguna forma u otra. Esta dimensión es la que identifica ciertas marcas que serán huellas al relacionarse con sus condiciones de producción. Pero ojo, no con cualquiera: lo ideológico, para Verón, pone en relación a un discurso con sus condiciones SOCIALES de producción.
¿A qué se refiere Verón con las condiciones sociales de producción? Éstas serán aquellas condiciones de producción que traten exclusivamente de los mecanismos de base del funcionamiento social, y con éstos se refiere básicamente a las formas de producción, las relaciones sociales de dominación y desigualdad. Resumiendo, a las relaciones de clase.
Ejemplo:
El afiche está contextualizado en el Mayo Francés (Francia, 1968). Esta producción discursiva entonces tiene como condición social de producción una situación de desigualdad educativa que desembocaría en un movimiento de lucha estudiantil que iría a transformar a la sociedad francesa y la educación universitaria a nivel global.
Las dos pinturas precedentes, de Tulio Cralli, contienen varias marcas que, al relacionarlas con sus condiciones sociales de producción, se vuelven huellas de las operaciones de lo ideológico. Los motivos de los altos edificios, las máquinas, todo lo relacionado con la modernidad, son elementos que aparecen en el movimiento en el cual estas pinturas están inscriptas: el futurismo. Estos motivos son huellas, entonces de condiciones sociales de producción específicas: históricamente se está en la Italia de posguerra, ya fascista (del cual el futurismo fue sostén estético). Toman postura a favor de cierta forma de producción específica: la máquina como fuente del progreso.
El poder
La dimensión del poder es aquella que pone en relación a nuestro discurso-objeto (a todo discurso) con sus condiciones SOCIALES de reconocimiento. La forma en que éstas se hacen presente en un discurso es a través de efectos de sentido. El poder se hace presente a través de efectos de creencia. Un discurso, entonces, tendrá poder siempre que logre captar creencia y adhesiones. Siempre que hablemos de efectos estaremos hablando de la forma en que los discursos son recibidos/consumidos.
Verón afirma que hay dos efectos de sentido extremos que dan cuenta de la forma que éstos pueden adoptar para ganar creencia, y desde los cuales se puede analizar la dimensión del poder.
El efecto ideológico
El efecto ideológico es aquel que se construye a partir de discursos que se establecen como la única mirada posible sobre un tema en particular. El mecanismo que se utiliza es el borramiento de las condiciones de producción, que quedan ocultas. El ejemplo paradigmático del efecto ideológico es el discurso religioso. Éste se postula como la única visión que se tiene sobre la cosmogonía y la concepción del sujeto y la sociedad, y oculta el hecho de que responde a ciertas condiciones de producción. La dimensión del poder se hace presente en la fuerte creencia que un único discurso puede acarrear, a partir de ciertas condiciones sociales de lectura, en donde no se tiene acceso a otras visiones del mundo que escapen a éstas.
El efecto de cientificidad
A la inversa del anterior, el efecto de cientificidad construye su dimensión del poder, su fuerza de creencia, a partir de la exhibición de sus condiciones de producción. Es decir, al exponer de dónde es que se habla se da prueba de la efectividad de sus postulados. La ciencia genera de esta forma su creencia y de ahí adquiere poder. Otro ejemplo claro es el de las publicidades de productos de belleza, los cuales aparecen como "clínicamente comprobados". Es decir, exhibe sus condiciones de producción al decir que se habla desde un estudio empírico que prueba su eficiencia. Estos discursos en general tienen efectos de poder entre condiciones sociales de reconocimiento con más acceso informativo y mayor manejo de lenguaje científico.
La teoría de los discursos sociales
Todo hacer, producto, regla, valor, dicho sociales se pueden analizar desde varias dimensiones: lo económico, lo político, lo físico, y también desde lo que más nos interesa a nosotros: desde su sentido y significaciones. Entonces lo que a Verón le va a interesar trabajar es la dimensión significante de los fenómenos (hechos) sociales. A esta dimensión, que recorre a todos los fenómenos desde que el hombre es hombre y no animal, la llama semiosis social.
Claro que para poder exponer esta definición de semiosis social, Verón necesita trabajar con hipótesis. En su caso, ésta es doble y enuncia:
1) Toda dimensión siginficante es necesariamente social.
2) Todo fenómeno social es, en alguna de sus dimensiones, un fenómeno de sentido.
¿Qué quiere decir esto?
1) Un fenómeno de sentido, una significación, no tiene un origen en la persona, en el sujeto. El origen del sentido se da en la sociedad y circula por ella. Esto quiere decir que va adoptando distintas formas a medida que se va transmitiendo por discursos.
2) A su vez, no podemos decir que los fenómenos sociales sean independientes de este sentido que circula, o se genera dentro de la sociedad: cada uno de ellos encierra un sentido también.
¿Qué es la semiosis social?
La semiosis social es la dimensión significante de los fenómenos sociales. Es una red de significaciones compleja e indeterminada, en el sentido que no podemos preveer cómo los discursos van a circular por nuestra sociedad. Se va complejizando y haciendo más imponente al pasar el tiempo y en distintos espacios.
Con esto estamos diciendo que, a partir de un mismo referente, de aquello a lo que nos referimos y aquí vamos a llamar objeto, se pueden construir varias representaciones, asociaciones con otras cosas. Verón va a decir entonces que la realidad se construye socialmente, no está dada por fuera de la circulación del sentido.
Entonces, si es tan compleja e indeterminada, ¿cómo la analizamos?
Para analizarla necesitamos tomar un recorte de la semiosis, espacio-temporal. Este recorte es lo que vamos a llamar el discurso de análisis. A partir de ahí vamos a buscar marcas en la superficie de este discurso que nos llamen la atención porque van a remitir a otros discursos. De esta forma, vamos a dar cuenta de cómo circula el sentido.
Pero entonces, ¿qué es un discurso?
El discurso acá no se entiende como alguien que se para en un escenario con un micrófono y habla. Ese es un discurso, entre otros. El discurso, para nosotros, es un recorte de la semiosis: un "pedazo" de significaciones que dan vueltas por la sociedad de forma material.
Acá estamos enunciando un punto muy importante de la teoría: para Verón, el sentido tiene materialidad. Es decir, siempre habrá un soporte material para el sentido: imagen, sonido, palabras.
Todo aquello que nos rodea y que es posible de ser investida de sentido se nos dará a conocer con el término de materia sensible. Dado que no hay nada que no esté investido de sentido, porque todo lo que conocemos es parte de la vida social, entonces diremos que la materia sensible investida de sentido será materia significante.
El concepto de texto es toda materia significante organizada que sea posible de representar varios sentidos. Es decir, la principal característica de los textos (cualquiera de ellos, no sólo los escritos: una película, un videoclip, una fotografía, un cuadro, un graffiti en una pared) es su polisemia, la propiedad de poder abarcar varios sentidos. El texto es un concepto empírico: son los que existen de hecho.
El discurso, finalmente, es un concepto teórico. Es una construcción del analista. Es un recorte espacio-temporal de la semiosis social que nos permitirá ponerlo en relación con otros discursos.
¿Cómo analizamos discursos?
Podemos, a partir de comparar un discurso con otros, establecer dos tipos de análisis: en producción y en reconocimiento. En principio, los discursos se organizan de acuerdo a la siguiente forma, según Verón:
En donde el discurso que el analista recorta será el discurso-objeto, y se relacionará con sus condiciones de producción y reconocimiento. A partir de esto, podemos hacer los análisis en producción o en reconocimiento.
Análisis en producción
Las condiciones de producción se definen como restricciones que dan cuenta de la generación del discurso que se analiza, es decir el discurso-objeto. Son otros discursos anteriores.
Para hacer un análisis en producción se relevarán marcas, que son propiedades significantes en la superficie textual, que como tales no están relacionadas con otras. Esto quiere decir que por sí mismas no constituyen operaciones, que son relaciones entre marcas.
Una vez que la relación entre una marca y otra presente en las condiciones de producción de un discurso-objeto (una operación) está identificada, podemos hablar ya no de marca, sino de huella. El análisis en producción supone, entonces, la búsqueda de marcas que relacionen, en tanto huellas, al discurso-objeto con sus condiciones de producción.
Ejemplo:
El video anterior es una recopilación de la historieta V de Venganza, de Alan Moore. A partir de aquí llevaremos a cabo un análisis en producción:
1) El sentido en este discurso tiene materialidad: está en las imágenes, en el hecho de que está en formato de video, en las letras, en los colores.
2) Una marca es, aquí, el predominio de los colores oscuros y más en general, simples (blanco, negro, gris, rojo). Al identificarla con un discurso parte de sus condiciones de producción (remite a ciertas consignas políticas de tendencia totalitaria y, especialmente, nazifascista: el color rojo de la svástica, el color negro de los comandos de choque y los ejércitos de la SS y las camisas pardas), esta marca se vuelve huella: la relación ya está identificada.
3) Está representada, como marca, ciertas prácticas políticas: los discursos chocantes, símbolos y vestimentas, orden, gestos. Cuando los identifico con sus condiciones de producción, es decir las prácticas totalitarias, ya son huellas.
4) La dominación a través de los medios de comunicación, que cada hogar tenga una televisión y sean monitoreados a través del audio, son una marca. Se convierten en huellas al identificar su relación con las condiciones de producción: remiten al libro de George Orwell, 1984, el cual plantea una sociedad totalitaria de vigiliancia a partir de los medios de comunicación masivos.
5) El discurso de los protagonistas, de la libertad, y sus símbolos (la V en círculo), son una marca. Remiten a sus condiciones de producción y, al identificar esta relación se vuelven huella: remiten a ideologías libertarias o anarquistas. El símbolo es muy parecido al escudo anarquista.
Tal como se ve, el análisis requiere la comparación de dos discursos, entre los cuales uno de ellos es necesariamente anterior.
Análisis en reconocimiento
Definimos a las condiciones de reconocimiento como las restricciones que dan cuenta de las formas en que nuestro discurso-objeto es leído/recibido/consumido.
Dijimos que en el análisis en producción era necesario partir del discurso-objeto y volver a discursos anteriores, que eran condición de producción. El caso del reconocimiento es un caso inverso: se parte desde los discursos de reconocimiento, dentro de las condiciones de reconocimiento, para buscar las huellas que remitan a operaciones que las relacionen con el discurso-objeto. Cuando antes era el punto de partida, ahora el discurso-objeto es punto de llegada.
La metodología es la misma: se relevan marcas en el discurso de reconocimiento que, al identificarlas con el discurso-objeto, se convierten en huellas. La metodología es sencilla: tomamos al discurso de reconocimiento como discurso-objeto, y a nuestro discurso-objeto como su condición de producción. Esto es posible dado que, como afirmamos antes, la semiosis es indefinida y un discurso es un recorte de la misma, que se relaciona con otros discursos, y ellos con otros, y así indefinidamente.
Ejemplo:
Procedemos a un análisis en reconocimiento:
1) Como el anterior, el sentido aquí tiene materialidad en este discurso: es un audiovisual. La materia es imagen en movimiento y sonidos.
2) Una marca que remite al discurso-objeto es el título y los personajes: dan cuenta que este discurso de reconocimiento es lectura (desde otra óptica) de nuestro discurso-objeto, la historieta videizada. Al establecer esta relación, la marca pasa a ser huella.
3) Es importante destacar aquí que las referencias a las prácticas de gobiernos totalitarios son marcas en la superficie de este discurso. Podrían ser huellas al referirse a las mismas prácticas que aparecen en la historieta. Sin embargo, éstas refieren a otros discursos que no son la historieta y, por lo tanto, podemos no identificarlas como huella de nuestro discurso-objeto.
4) El hecho de que múltiples marcas estén presentes en un discurso de reconocimiento no quiere decir que todas ellas sean huella de las operaciones que las relacionan con un discurso-objeto. Esa es la gran diferencia con el análisis en producción: nosotros tomamos un sólo discurso como condición de producción, e ignoramos al resto de ellos.
Circulación
Un discurso no es nunca igual a sus condiciones de producción. A la vez, éstas nunca son idénticas a las condiciones de reconocimiento del primer discurso. Existe un desfasaje entre ellas. Este desfasaje se conoce como circulación, y sólo se puede dar cuenta de ésta al establecer un análisis comparativo. Existe el desfasaje porque los discursos surgen en distintos momentos históricos y sociales dentro de una comunidad. Esta relación se profundizará en el siguiente apunte: semiosis de lo ideológico y el poder.
Todo aquello que nos rodea y que es posible de ser investida de sentido se nos dará a conocer con el término de materia sensible. Dado que no hay nada que no esté investido de sentido, porque todo lo que conocemos es parte de la vida social, entonces diremos que la materia sensible investida de sentido será materia significante.
El concepto de texto es toda materia significante organizada que sea posible de representar varios sentidos. Es decir, la principal característica de los textos (cualquiera de ellos, no sólo los escritos: una película, un videoclip, una fotografía, un cuadro, un graffiti en una pared) es su polisemia, la propiedad de poder abarcar varios sentidos. El texto es un concepto empírico: son los que existen de hecho.
El discurso, finalmente, es un concepto teórico. Es una construcción del analista. Es un recorte espacio-temporal de la semiosis social que nos permitirá ponerlo en relación con otros discursos.
¿Cómo analizamos discursos?
Podemos, a partir de comparar un discurso con otros, establecer dos tipos de análisis: en producción y en reconocimiento. En principio, los discursos se organizan de acuerdo a la siguiente forma, según Verón:
En donde el discurso que el analista recorta será el discurso-objeto, y se relacionará con sus condiciones de producción y reconocimiento. A partir de esto, podemos hacer los análisis en producción o en reconocimiento.
Análisis en producción
Las condiciones de producción se definen como restricciones que dan cuenta de la generación del discurso que se analiza, es decir el discurso-objeto. Son otros discursos anteriores.
Para hacer un análisis en producción se relevarán marcas, que son propiedades significantes en la superficie textual, que como tales no están relacionadas con otras. Esto quiere decir que por sí mismas no constituyen operaciones, que son relaciones entre marcas.
Una vez que la relación entre una marca y otra presente en las condiciones de producción de un discurso-objeto (una operación) está identificada, podemos hablar ya no de marca, sino de huella. El análisis en producción supone, entonces, la búsqueda de marcas que relacionen, en tanto huellas, al discurso-objeto con sus condiciones de producción.
Ejemplo:
El video anterior es una recopilación de la historieta V de Venganza, de Alan Moore. A partir de aquí llevaremos a cabo un análisis en producción:
1) El sentido en este discurso tiene materialidad: está en las imágenes, en el hecho de que está en formato de video, en las letras, en los colores.
2) Una marca es, aquí, el predominio de los colores oscuros y más en general, simples (blanco, negro, gris, rojo). Al identificarla con un discurso parte de sus condiciones de producción (remite a ciertas consignas políticas de tendencia totalitaria y, especialmente, nazifascista: el color rojo de la svástica, el color negro de los comandos de choque y los ejércitos de la SS y las camisas pardas), esta marca se vuelve huella: la relación ya está identificada.
3) Está representada, como marca, ciertas prácticas políticas: los discursos chocantes, símbolos y vestimentas, orden, gestos. Cuando los identifico con sus condiciones de producción, es decir las prácticas totalitarias, ya son huellas.
4) La dominación a través de los medios de comunicación, que cada hogar tenga una televisión y sean monitoreados a través del audio, son una marca. Se convierten en huellas al identificar su relación con las condiciones de producción: remiten al libro de George Orwell, 1984, el cual plantea una sociedad totalitaria de vigiliancia a partir de los medios de comunicación masivos.
5) El discurso de los protagonistas, de la libertad, y sus símbolos (la V en círculo), son una marca. Remiten a sus condiciones de producción y, al identificar esta relación se vuelven huella: remiten a ideologías libertarias o anarquistas. El símbolo es muy parecido al escudo anarquista.
Tal como se ve, el análisis requiere la comparación de dos discursos, entre los cuales uno de ellos es necesariamente anterior.
Análisis en reconocimiento
Definimos a las condiciones de reconocimiento como las restricciones que dan cuenta de las formas en que nuestro discurso-objeto es leído/recibido/consumido.
Dijimos que en el análisis en producción era necesario partir del discurso-objeto y volver a discursos anteriores, que eran condición de producción. El caso del reconocimiento es un caso inverso: se parte desde los discursos de reconocimiento, dentro de las condiciones de reconocimiento, para buscar las huellas que remitan a operaciones que las relacionen con el discurso-objeto. Cuando antes era el punto de partida, ahora el discurso-objeto es punto de llegada.
La metodología es la misma: se relevan marcas en el discurso de reconocimiento que, al identificarlas con el discurso-objeto, se convierten en huellas. La metodología es sencilla: tomamos al discurso de reconocimiento como discurso-objeto, y a nuestro discurso-objeto como su condición de producción. Esto es posible dado que, como afirmamos antes, la semiosis es indefinida y un discurso es un recorte de la misma, que se relaciona con otros discursos, y ellos con otros, y así indefinidamente.
Ejemplo:
Procedemos a un análisis en reconocimiento:
1) Como el anterior, el sentido aquí tiene materialidad en este discurso: es un audiovisual. La materia es imagen en movimiento y sonidos.
2) Una marca que remite al discurso-objeto es el título y los personajes: dan cuenta que este discurso de reconocimiento es lectura (desde otra óptica) de nuestro discurso-objeto, la historieta videizada. Al establecer esta relación, la marca pasa a ser huella.
3) Es importante destacar aquí que las referencias a las prácticas de gobiernos totalitarios son marcas en la superficie de este discurso. Podrían ser huellas al referirse a las mismas prácticas que aparecen en la historieta. Sin embargo, éstas refieren a otros discursos que no son la historieta y, por lo tanto, podemos no identificarlas como huella de nuestro discurso-objeto.
4) El hecho de que múltiples marcas estén presentes en un discurso de reconocimiento no quiere decir que todas ellas sean huella de las operaciones que las relacionan con un discurso-objeto. Esa es la gran diferencia con el análisis en producción: nosotros tomamos un sólo discurso como condición de producción, e ignoramos al resto de ellos.
Circulación
Un discurso no es nunca igual a sus condiciones de producción. A la vez, éstas nunca son idénticas a las condiciones de reconocimiento del primer discurso. Existe un desfasaje entre ellas. Este desfasaje se conoce como circulación, y sólo se puede dar cuenta de ésta al establecer un análisis comparativo. Existe el desfasaje porque los discursos surgen en distintos momentos históricos y sociales dentro de una comunidad. Esta relación se profundizará en el siguiente apunte: semiosis de lo ideológico y el poder.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
La Casa Nacional del Bicentenario nos ayuda a buscar signos, marcas y huellas
La Casa Nacional del Bicentenario nos ayuda a cumplir nuestro objetivo pedagógico de ubicar y pensar signos, marcas y huellas en el Modelo Agroexportador de 1880-1916
A través de las fotos, objetos, frases, pinturas de la Muestra podemos contestar las preguntas de las Actividades propuestas y conocer nuestra Historia de una manera más entretenida y multimodal.
Economía y política. 200 años de historia
Asesores: Mario Rapoport, Alfredo Zaiat y Julio Fernández Baraibar
Buscando cruzar la documentación histórica con una mirada contemporánea, se incorporaron obras de los siguientes artistas:
Marie-Gabriel Biessy, Martín Bonadeo, Antonio Berni, Gabriela Bocchi, Alejandra Bocquel, Ernesto de la Cárcova, Ricardo Carpani, Juan Carlos Castagnino, Juan Carlos Distéfano, Diana Dowek, Fermín Eguía, Omar Estela, Roberto Fernández, León Ferrari, Carina Ferrari, Luis “Búlgaro” Freisztav, Karina Granieri, Norberto Gómez, Magdalena Jitrik, Alexandra Kehayoglou, Martín Kovensky, Geraldine Lanteri, Patricio Larrambebere, Marcos López, Liliana Maresca, Vicente Marotta, Juan Mathé, Marta Minujín, Eduardo Molinari, Daniel Ontiveros, Diego Perrotta, Cristina Piffer, Ricardo Pons, Juan Pablo Renzi, RES, Juan Carlos Romero, Graciela Sacco, Jorge de Santamaría y Alejandro Somaschini; y con la asesoría de Judith Gociol, se exhiben trabajos de los humoristas gráficos Calé, Roberto Fontanarrosa, Sergio Langer, Julio Málaga Grenet, Daniel Paz, Quino, Miguel Rep y Luis Guaragna, entre otros.
La documentación histórica y documental que integra la exhibición proviene del Archivo General de la Nación, Biblioteca Nacional, Biblioteca del Congreso de la Nación, Canal 7, canal Encuentro, Conabip, de los museos de la Deuda Externa, del Inmigrante, Ferroviario e Ingeniero White de Bahía Blanca, Palais de Glace, Museo Histórico Nacional, Archivo y Museo Histórico del Banco de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Arturo Jauretche”, Biblioteca Prebisch y Biblioteca Tornquist del Banco Central, Museo Histórico y Numismático del Banco Central “Dr. Evaristo Uriburu (h)”, Museo de la Casa de la Moneda, INTA, Centro Cultural “Caras y Caretas”, Fundación YPF, Asociación Madres de Plaza de Mayo, AFP (agencia de noticias), ministerios de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, de Educación, de Industria, de Trabajo, de Agricultura y Pesca, ANSES, Federación Agraria Argentina, Diario La Nación, Casa Rosada, Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata.
Para la muestra, la producción audiovisual fue desarrollada por la Casa Nacional del Bicentenario; y por el Centro de Producción Audiovisual de la UNTREF y Alejandro Areal Vélez como realizadores invitados.
La Casa Nacional del Bicentenario agradece la colaboración de instituciones públicas y privadas, coleccionistas y artistas; y especialmente, a Isabel Puente y a la Asociación Amigos de la Casa Nacional del Bicentenario.
1er. piso
El Modelo Agroexportador
En esta planta, se desarrolla el modelo agroexportador, preponderante hasta la crisis de 1929, a través de sus bases económicas (la propiedad latifundista de la tierra), políticas (el debate liberalismo/proteccionismo), sociales (la conformación de una elite dominante y un proletariado inmigrante) e ideológicas (civilización/barbarie). Se exhibe también el resurgimiento del modelo neoliberal a partir de la dictadura de 1976, que interrumpió el proceso industrializador.
Temas:
-El Estado
-Dos visiones de país
-Granero del mundo
-Propiedad de la tierra
-La elite económica, política y cultural
-El conventillo
-La inmigración
-Civilización y barbarie
-Liberalismo y neoliberalismo
A través de las fotos, objetos, frases, pinturas de la Muestra podemos contestar las preguntas de las Actividades propuestas y conocer nuestra Historia de una manera más entretenida y multimodal.
Economía y política. 200 años de historia
Asesores: Mario Rapoport, Alfredo Zaiat y Julio Fernández Baraibar
Buscando cruzar la documentación histórica con una mirada contemporánea, se incorporaron obras de los siguientes artistas:
Marie-Gabriel Biessy, Martín Bonadeo, Antonio Berni, Gabriela Bocchi, Alejandra Bocquel, Ernesto de la Cárcova, Ricardo Carpani, Juan Carlos Castagnino, Juan Carlos Distéfano, Diana Dowek, Fermín Eguía, Omar Estela, Roberto Fernández, León Ferrari, Carina Ferrari, Luis “Búlgaro” Freisztav, Karina Granieri, Norberto Gómez, Magdalena Jitrik, Alexandra Kehayoglou, Martín Kovensky, Geraldine Lanteri, Patricio Larrambebere, Marcos López, Liliana Maresca, Vicente Marotta, Juan Mathé, Marta Minujín, Eduardo Molinari, Daniel Ontiveros, Diego Perrotta, Cristina Piffer, Ricardo Pons, Juan Pablo Renzi, RES, Juan Carlos Romero, Graciela Sacco, Jorge de Santamaría y Alejandro Somaschini; y con la asesoría de Judith Gociol, se exhiben trabajos de los humoristas gráficos Calé, Roberto Fontanarrosa, Sergio Langer, Julio Málaga Grenet, Daniel Paz, Quino, Miguel Rep y Luis Guaragna, entre otros.
La documentación histórica y documental que integra la exhibición proviene del Archivo General de la Nación, Biblioteca Nacional, Biblioteca del Congreso de la Nación, Canal 7, canal Encuentro, Conabip, de los museos de la Deuda Externa, del Inmigrante, Ferroviario e Ingeniero White de Bahía Blanca, Palais de Glace, Museo Histórico Nacional, Archivo y Museo Histórico del Banco de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Arturo Jauretche”, Biblioteca Prebisch y Biblioteca Tornquist del Banco Central, Museo Histórico y Numismático del Banco Central “Dr. Evaristo Uriburu (h)”, Museo de la Casa de la Moneda, INTA, Centro Cultural “Caras y Caretas”, Fundación YPF, Asociación Madres de Plaza de Mayo, AFP (agencia de noticias), ministerios de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, de Educación, de Industria, de Trabajo, de Agricultura y Pesca, ANSES, Federación Agraria Argentina, Diario La Nación, Casa Rosada, Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata.
Para la muestra, la producción audiovisual fue desarrollada por la Casa Nacional del Bicentenario; y por el Centro de Producción Audiovisual de la UNTREF y Alejandro Areal Vélez como realizadores invitados.
La Casa Nacional del Bicentenario agradece la colaboración de instituciones públicas y privadas, coleccionistas y artistas; y especialmente, a Isabel Puente y a la Asociación Amigos de la Casa Nacional del Bicentenario.
1er. piso
El Modelo Agroexportador
En esta planta, se desarrolla el modelo agroexportador, preponderante hasta la crisis de 1929, a través de sus bases económicas (la propiedad latifundista de la tierra), políticas (el debate liberalismo/proteccionismo), sociales (la conformación de una elite dominante y un proletariado inmigrante) e ideológicas (civilización/barbarie). Se exhibe también el resurgimiento del modelo neoliberal a partir de la dictadura de 1976, que interrumpió el proceso industrializador.
Temas:
-El Estado
-Dos visiones de país
-Granero del mundo
-Propiedad de la tierra
-La elite económica, política y cultural
-El conventillo
-La inmigración
-Civilización y barbarie
-Liberalismo y neoliberalismo
Las marcas y huellas como signos
Tenemos que entender que las marcas y las huellas son signos. Nos informan, nos evidencian construcciones de sentido, ideologías, nos hablan de un otro, de tensiones y conflictos, de poderes. Son las bases en donde aparece un sujeto "situado", son señales de prácticas sociales, de mensajes con muchas interpretaciones. Son palabras e imágenes en juego a la busca de un lector o receptor.Esa es nuestra tarea, como un arqueólogo multimodal que busca descifrar enigmas y símbolos. Buscando una tabla roseta que muta a cada momento en tiempos mediáticos. Y la Historia también espera de esa interpretación en donde desarmemos escenografías y desmantelemos iconografías sepultadas por el paso del tiempo. Casi como un ritual de antropólogo, como una ceremonia en donde los viejos álbumes de fotos vuelvan a despertar.
Entre el signo y el símbolo
Etimología de signo
Al menos hipotéticamente, la palabra signo, a través del latín signum, viene del étimo griego secnom, raíz del verbo “cortar”, “extraer una parte de” (en aquel idioma).
La raíz primitiva parece indicar que “signo” sería algo que debía de referirse a una cosa mayor, de la cual había sido extraído: una hoja con relación a un árbol, un diente con relación a un animal, etc.
Lo simbólico
El ser humano siempre trató mediante “imágenes” de hacer una representación, lo más natural posible, de lo que sus ojos captaban.
Cuando la técnica pudo lograr una fijación perfecta de la imagen mediante una fotografía, las artes comenzaron a alejarse de lo realista.
Así, el primer grado de la interpretación (dibujo de contornos) se puede entender como una iconicidad; pero el segundo lleva ya significación y demanda una aportación intelectual más elevada.
Habrá que responder entonces a preguntas como ¿Qué se pretende con ello?, ¿Qué hay detrás de ello?.
Lo simbólico no tiene una lectura unívoca.Hay muchas lecturas y no una única interpretación.
Lo simbólico es un intermediario entre una realidad reconocible y un conocimiento invisible.
Paralelo a la significación existe una simplificación. Ej: Cruz de Cristo.
Entre el signo y el símbolo
Etimología de signo
Al menos hipotéticamente, la palabra signo, a través del latín signum, viene del étimo griego secnom, raíz del verbo “cortar”, “extraer una parte de” (en aquel idioma).
La raíz primitiva parece indicar que “signo” sería algo que debía de referirse a una cosa mayor, de la cual había sido extraído: una hoja con relación a un árbol, un diente con relación a un animal, etc.
Lo simbólico
El ser humano siempre trató mediante “imágenes” de hacer una representación, lo más natural posible, de lo que sus ojos captaban.
Cuando la técnica pudo lograr una fijación perfecta de la imagen mediante una fotografía, las artes comenzaron a alejarse de lo realista.
Así, el primer grado de la interpretación (dibujo de contornos) se puede entender como una iconicidad; pero el segundo lleva ya significación y demanda una aportación intelectual más elevada.
Habrá que responder entonces a preguntas como ¿Qué se pretende con ello?, ¿Qué hay detrás de ello?.
Lo simbólico no tiene una lectura unívoca.Hay muchas lecturas y no una única interpretación.
Lo simbólico es un intermediario entre una realidad reconocible y un conocimiento invisible.
Paralelo a la significación existe una simplificación. Ej: Cruz de Cristo.
Concepto de marca y huella
Concepto de marca y huella: conceptos útiles que nos brinda Eliseo Verón
“Todo análisis del sentido descansa sobre la hipótesis según
la cual el sistema productivo deja huellas en los productos y que
el primero puede ser (fragmentariamente) reconstruido a partir de
una manipulación de los segundos”.
Eliseo Verón
Las relaciones de un discurso con sus condiciones de producción (cómo se genera) y reconocimiento (cómo se lee y es percibido) se pueden representar de manera sistemática en forma de gramáticas, en la medida en que éstas describen las operaciones de asignación de sentido de las materias significantes. Así, la noción de operaciones remite a la relación entre el discurso y sus condiciones sociales e históricas. Es así como, en tanto que las condiciones sociales dejan marcas visibles en la superficie discursiva, dichas operaciones se pueden reconstruir. Una vez establecido el tipo de relación entre las marcas y sus condicionamientos sociales, podemos hablar de huellas de producción o de reconocimiento (Verón 1993: 129). ¿Cuál es la diferencia entre una marca y una huella? La marca tiene la vaguedad de la primeridad, de una sensación, una cualidad, lo primero que percibimos. La huella, en cambio, implica una relación específica: es un índice. Como se puede ver, la noción de operación se deriva del concepto mismo de discurso como producto del devenir histórico-social. No se puede aislar el discurso de las circunstancias en las que se produce para llevar a cabo el análisis, como pretenden ciertos encuadres lingüísticos. Por lo tanto, el concepto de operaciones es lo que justifica el postulado fundamental de la socio-semiótica: "analizando productos, apuntamos a procesos". Analizando un signo a través de una marca que se transforma en huella podemos dilucidar un proceso histórico social. El ferrocarril, los inmigrantes, Roca, las marchas y movilizaciones sociales, un modelo oligárquico, los contrastes sociales son señales para ser leídas en clave semiótica. Nos invita a leer entre líneas, animarnos a realizar segundas lecturas y a desarmar lo que parece inocente del discurso histórico.
“Todo análisis del sentido descansa sobre la hipótesis según
la cual el sistema productivo deja huellas en los productos y que
el primero puede ser (fragmentariamente) reconstruido a partir de
una manipulación de los segundos”.
Eliseo Verón
Las relaciones de un discurso con sus condiciones de producción (cómo se genera) y reconocimiento (cómo se lee y es percibido) se pueden representar de manera sistemática en forma de gramáticas, en la medida en que éstas describen las operaciones de asignación de sentido de las materias significantes. Así, la noción de operaciones remite a la relación entre el discurso y sus condiciones sociales e históricas. Es así como, en tanto que las condiciones sociales dejan marcas visibles en la superficie discursiva, dichas operaciones se pueden reconstruir. Una vez establecido el tipo de relación entre las marcas y sus condicionamientos sociales, podemos hablar de huellas de producción o de reconocimiento (Verón 1993: 129). ¿Cuál es la diferencia entre una marca y una huella? La marca tiene la vaguedad de la primeridad, de una sensación, una cualidad, lo primero que percibimos. La huella, en cambio, implica una relación específica: es un índice. Como se puede ver, la noción de operación se deriva del concepto mismo de discurso como producto del devenir histórico-social. No se puede aislar el discurso de las circunstancias en las que se produce para llevar a cabo el análisis, como pretenden ciertos encuadres lingüísticos. Por lo tanto, el concepto de operaciones es lo que justifica el postulado fundamental de la socio-semiótica: "analizando productos, apuntamos a procesos". Analizando un signo a través de una marca que se transforma en huella podemos dilucidar un proceso histórico social. El ferrocarril, los inmigrantes, Roca, las marchas y movilizaciones sociales, un modelo oligárquico, los contrastes sociales son señales para ser leídas en clave semiótica. Nos invita a leer entre líneas, animarnos a realizar segundas lecturas y a desarmar lo que parece inocente del discurso histórico.
martes, 8 de noviembre de 2011
Actividad: Contrastes (Carlos Rodriguez Arias)
Analice los distintos signos que exponen estas dos fotografías. Tenga en cuenta el contexto histórico
Imágenes: invitación a señalar marcas y huellas
Actividad
Ubique marcas y huellas en estas imágenes características del período de la Historia Argentina de 1880-1916. Tenga en cuenta los textos de nuestro blog que nos brindan la información necesaria para hacerlo. Argumente y justifique su respuesta
Ubique marcas y huellas en estas imágenes características del período de la Historia Argentina de 1880-1916. Tenga en cuenta los textos de nuestro blog que nos brindan la información necesaria para hacerlo. Argumente y justifique su respuesta
Cronologías
1884
Ley 1420 de educación común, gratuita y obligatoria.
Durante la presidencia de Roca, Sarmiento ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación y, en 1884, logró la sanción de su viejo proyecto de Ley de educación gratuita, laica y obligatoria, que llevará el número 1420. La alfabetización tuvo un papel central en la Constitución de la Nación.
1889
Ley de Registro Civil
Roca sancionó la Ley 1565 por la que se creaban Registros Civiles en la jurisdicción federal (Capital Federal y Territorios Nacionales). En 1888, la presidencia de Juárez Celman sanciona la Ley de Matrimonios Civiles. Finalmente en 1889, la Ley 2.681, modificatoria de las dos leyes anteriores, establece la creación de los Registros Civiles en todo el territorio argentino.
1891
Unión Cívica Radical.
Una vez concluida la Revolución del Parque, la Unión Cívica –dirigida por Leandro Alem y Bartolomé Mitre– se constituyó de forma orgánica en todo el país. Al conocerse el acuerdo entre Mitre y Roca, los seguidores de Alem constituyeron la Unión Cívica Antiacuerdista (Unión Cívica Radical). Por su parte, los seguidores de Mitre formaron la Unión Cívica Nacional.
Banco de la Nación Argentina
Fue fundado por iniciativa del Presidente Carlos Pellegrini. Con su creación se intentaba auxiliar al sistema financiero argentino –en ese momento totalmente colapsado– y promover la agricultura, la ganadería y otras actividades relacionadas con el modelo agro-exportador que imperaba en la Argentina de fines del siglo.
1896
Partido Socialista Argentino.
En el local de la agrupación alemana "Vorwarts" se reunió un grupo de delegados de agrupaciones socialistas y gremiales encabezados por Juan B. Justo dieron lugar al Congreso Constituyente del Partido Socialista. Una de sus principales reivindicaciones era la jornada laboral de 8 horas para adultos, de 6 para jóvenes entre 14 y 18 años, y prohibición del trabajo industrial a menores.
1902
Ley de Residencia o Ley de Expulsión de Extranjeros.
Se conoce como “Ley de Residencia” o “Ley Cané” a la Ley 4144 sancionada por el Congreso de la Nación Argentina, que permitió y habilitó al gobierno a expulsar a inmigrantes sin juicio previo. La ley fue utilizada por sucesivos gobiernos argentinos para reprimir la organización sindical de los trabajadores, expulsando principalmente anarquistas y socialistas.
1909
La masacre del 1º de Mayo y la Semana Roja.
El acto de la FORA (Anarquista) es salvajemente reprimido por la policía, bajo las órdenes del Coronel Ramón Falcón. Doce obreros murieron. En respuesta, la FORA y la UGT, con el apoyo del PS, llaman a la huelga general por tiempo indeterminado y Buenos Aires y varias ciudades quedan completamente paralizadas durante una semana.
1910
Centenario de la Revolución de Mayo.
El acontecimiento se festejó con todo tipo de eventos –ceremonias civiles y religiosas, desfiles militares, congresos, banquetes, funciones de gala– y se invitaron a notables de todo el mundo. Sin embargo, los festejos coincidieron con una creciente conflictividad social que dio lugar a huelgas y protestas sociales brutalmente reprimidas por la acción policial.
1912
Ley Sáenz Peña. Sufragio universal, secreto y obligatorio.
Bajo la presidencia de Roque Sáenz Peña se dictó la ley 8871, conocida como Ley Sáenz Peña que impuso el voto universal, secreto y obligatorio. Consideraba al sufragio como un derecho inalienable de los ciudadanos, pero sólo reconocía el derecho a votar de los hombres. El voto femenino recién se aprobará durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, en 1947.
1916
Presidencia de Yrigoyen.
La primera aplicación de la Ley Sáenz Peña, en abril de1912, permitió que accediera al poder en 1916 el candidato por la Unión Cívica Radical, Hipólito Yrigoyen. Su iniciativa democratizadora se vio impedida por la hegemonía de los sectores conservadores en el Congreso y en las provincias. Sus medidas progresistas se alternaron con otras medidas que reprimían las protestas sociales.
Ley 1420 de educación común, gratuita y obligatoria.
Durante la presidencia de Roca, Sarmiento ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación y, en 1884, logró la sanción de su viejo proyecto de Ley de educación gratuita, laica y obligatoria, que llevará el número 1420. La alfabetización tuvo un papel central en la Constitución de la Nación.
1889
Ley de Registro Civil
Roca sancionó la Ley 1565 por la que se creaban Registros Civiles en la jurisdicción federal (Capital Federal y Territorios Nacionales). En 1888, la presidencia de Juárez Celman sanciona la Ley de Matrimonios Civiles. Finalmente en 1889, la Ley 2.681, modificatoria de las dos leyes anteriores, establece la creación de los Registros Civiles en todo el territorio argentino.
1891
Unión Cívica Radical.
Una vez concluida la Revolución del Parque, la Unión Cívica –dirigida por Leandro Alem y Bartolomé Mitre– se constituyó de forma orgánica en todo el país. Al conocerse el acuerdo entre Mitre y Roca, los seguidores de Alem constituyeron la Unión Cívica Antiacuerdista (Unión Cívica Radical). Por su parte, los seguidores de Mitre formaron la Unión Cívica Nacional.
Banco de la Nación Argentina
Fue fundado por iniciativa del Presidente Carlos Pellegrini. Con su creación se intentaba auxiliar al sistema financiero argentino –en ese momento totalmente colapsado– y promover la agricultura, la ganadería y otras actividades relacionadas con el modelo agro-exportador que imperaba en la Argentina de fines del siglo.
1896
Partido Socialista Argentino.
En el local de la agrupación alemana "Vorwarts" se reunió un grupo de delegados de agrupaciones socialistas y gremiales encabezados por Juan B. Justo dieron lugar al Congreso Constituyente del Partido Socialista. Una de sus principales reivindicaciones era la jornada laboral de 8 horas para adultos, de 6 para jóvenes entre 14 y 18 años, y prohibición del trabajo industrial a menores.
1902
Ley de Residencia o Ley de Expulsión de Extranjeros.
Se conoce como “Ley de Residencia” o “Ley Cané” a la Ley 4144 sancionada por el Congreso de la Nación Argentina, que permitió y habilitó al gobierno a expulsar a inmigrantes sin juicio previo. La ley fue utilizada por sucesivos gobiernos argentinos para reprimir la organización sindical de los trabajadores, expulsando principalmente anarquistas y socialistas.
1909
La masacre del 1º de Mayo y la Semana Roja.
El acto de la FORA (Anarquista) es salvajemente reprimido por la policía, bajo las órdenes del Coronel Ramón Falcón. Doce obreros murieron. En respuesta, la FORA y la UGT, con el apoyo del PS, llaman a la huelga general por tiempo indeterminado y Buenos Aires y varias ciudades quedan completamente paralizadas durante una semana.
1910
Centenario de la Revolución de Mayo.
El acontecimiento se festejó con todo tipo de eventos –ceremonias civiles y religiosas, desfiles militares, congresos, banquetes, funciones de gala– y se invitaron a notables de todo el mundo. Sin embargo, los festejos coincidieron con una creciente conflictividad social que dio lugar a huelgas y protestas sociales brutalmente reprimidas por la acción policial.
1912
Ley Sáenz Peña. Sufragio universal, secreto y obligatorio.
Bajo la presidencia de Roque Sáenz Peña se dictó la ley 8871, conocida como Ley Sáenz Peña que impuso el voto universal, secreto y obligatorio. Consideraba al sufragio como un derecho inalienable de los ciudadanos, pero sólo reconocía el derecho a votar de los hombres. El voto femenino recién se aprobará durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, en 1947.
1916
Presidencia de Yrigoyen.
La primera aplicación de la Ley Sáenz Peña, en abril de1912, permitió que accediera al poder en 1916 el candidato por la Unión Cívica Radical, Hipólito Yrigoyen. Su iniciativa democratizadora se vio impedida por la hegemonía de los sectores conservadores en el Congreso y en las provincias. Sus medidas progresistas se alternaron con otras medidas que reprimían las protestas sociales.
Un poco de Historia
Historia Argentina.
1880-1916.
El 11 de abril de 1880, Julio Argentino Roca fue consagrado presidente de la Nación, luego de vencer a Carlos Tejedor. Ese día marcó el inicio de una etapa dominada por un grupo de personas especializadas en hacer política y ocupada en cubrir los todos los cargos públicos, electivos y no electivos.
Un grupo que representaba claramente los intereses de los terratenientes (grandes propietarios de campos) de la Pampa Húmeda que, políticamente podemos definir usando los términos de Natalio Botana como "Conservador - Liberal". Conservador: porque intentaba mantener el poder político y social en manos de las familias tradicionales. Liberal: porque incorporaba en el país las ideas dominantes en el mundo a la vez introducía a la Argentina en el mercado mundial.
Este grupo dirigente, transformado en gobernantes, ha sido designado por los historiadores modernos como la generación del ’80. Esta es una de las formas de nombrar al conjunto de hombres que tuvieron a su cargo la dirección económica, política y cultural del país entre 1880 y 1916. Estos hombres, no tenían todos la misma edad ni tampoco sostenían las mismas opiniones sobre todos los temas. Sin embargo, es posible identificarlos como grupo, porque compartieron un conjunto coherente de principios e ideas fundamentales que se convirtieron en objetivos de las ideas de gobierno. Su proyecto de desarrollo caracterizó la organización de la economía y la sociedad desde 1880 y, en gran medida, influyó en el desarrollo posterior de la Argentina.
El programa de los hombres de la generación del ’80 nunca fue enunciado explícitamente en forma integral, pero se manifestó de los discursos políticos y parlamentarios, los mensajes presidenciales, la correspondencia epistolar y las notas periodísticas.
Desde el punto de vista político, los objetivos fueron legalizar el poder y pacificar el país. Estos se cumplieron durante la primera presidencia de Roca, que logró concretar su lema: paz y administración.
En el plano económico, el programa se fundamento en el libre cambio y se propuso el desarrollo de los recursos materiales necesarios para garantizar la expansión de la explotación agropecuaria y su integración en el mercado internacional. Para los hombres de la generación del ’80 que conocían y compartían los principios del positivismo, esa continuidad de la expansión económica era la garantía del progreso.
Política:
Para llegar al poder fundaron un partido el P.A.N. (Partido Autonomista Nacional) que se convirtió en una fuerza hegemónica imbatible en las elecciones ya sea por el peso de los "notables" - como se llamaba a sus influyentes dirigentes- o por la práctica del fraude electoral como recurso político.
Este conjunto de gobernantes tuvo como idea central la de organizar y consolidar el Estado Nacional.
El primer paso para ello fue lograr la unidad nacional, lo que se logró a partir de: nacionalizar el ejército y con él aplastar las últimas rebeliones de caudillos provinciales y avanzar sobre territorio indígena tanto en el norte como en el sur; extender el telégrafo que unió a través de la comunicación rápida a todo el país y; el ferrocarril que se extendió desde el puerto de Buenos Aires hacia el interior del país.
Con estos elementos se produce el avance del Estado Nacional que además comienza a dictar leyes que le permiten ocupar espacios que tradicionalmente ocupaba la Iglesia como la educación y el control de la población. Para ello se dictaron leyes como la 1420 de educación elemental, pública, obligatoria, gratuita y laica (las clases de religión sólo podían dictarse antes o después del horario de clases) y la 1565 de Registro Civil de las personas, por lo cual se abrieron en todo el país oficinas para asentar los nacimientos, casamientos y defunciones de las personas que hasta el momento (1884) estaba a cargo de la Iglesia.
Estas leyes, pero fundamentalmente la 1420, provocó un duro enfrentamiento entre el propio grupo dirigente que dividido en clericales y anticlericales dirimieron sus pleitos en todos los ámbitos posibles y que culminó con la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
También se procedió a expandir la burocracia central; se dictaron los códigos civil, comercial y criminal; se crearon las academias naval y militar para la formación de oficiales profesionales para el ejército y se dictó la ley del servicio militar obligatorio que imponía la conscripción de los ciudadanos argentinos de 20 años, previo sorteo y revisación médica.
El partido de gobierno (P.A.N.) va a ir encontrando oposición, sobre todo a partir de 1890 con la coordinación de los sectores opositores en un partido (la Unión Cívica) y un movimiento revolucionario: la "revolución del Parque", que si bien no triunfa , logra la renuncia del Presidente Juárez Célman.)
1°) La U.C.R: ( Unión Cívica Radical) surgida en 1892, presidida por Leandro N. Alem que capitalizaba casi toda la fuerza de la oposición, teniendo como bandera la defensa de la Constitución y la lucha contra el fraude electoral sin oponerse a la organización socioeconómica del gobierno.
A Leandro N. Alem le sucedió su sobrino Hipólito Yrigoyen, quien organizó el partido a partir de convenciones, mitines y comités que facilitaban la elección para cargos directivos de personas no comprometidas con el régimen oligárquico.
La U.C.R. presentó una oposición que en algunos casos llegó a transformarse en lucha armada como en 1893 y 1905.
2°) El partido socialista: se formó en 1895, sus ideas fueron aportadas por los inmigrantes europeos. Su fundador y principal dirigente fue Juan B. Justo. Su campo de acción fueron las grandes ciudades y su base social, los trabajadores urbanos. Sostenía como principio la necesidad de realizar reformas sociales a través de leyes que mejoraran las condiciones de los trabajadores
En cuanto a la política nacional el socialismo se distanció de los radicales tanto como de los conservadores (la "causa" y el "régimen" según el lenguaje de la época). Su órgano de expresión fue el periódico "La Vanguardia".
3°) El Sindicalismo: Aunque el país se organizó a partir de la economía agroexportadora, en las grandes ciudades fueron surgiendo industrias pequeñas (como la textil, sombrerera, carpintería, alimenticia, tipográfica, etc.), que dieron trabajo a numerosos obreros (la mayoría de origen extranjero). Estos obreros o proletarios se organizaron para pedir mejoras en sus salarios, condiciones de trabajo y en general para mejorar su calidad de vida. Se producen las primeras huelgas protagonizadas por los trabajadores tipográficos, barraqueros, carreros, portuarios, etc.
Surgieron también los primeros sindicatos y las primeras organizaciones
que los nucleaban como la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A.) de tendencia anarquista y la Unión General de Trabajadores (U.G.T.).
El gobierno reprimió al movimiento obrero en forma permanente hasta lograr la sanción de la Ley de Residencia (1902) que permitió expulsar a los extranjeros acusados de actuar en contra de lo que se llamó "la seguridad del Estado", pero en realidad lo que se pretendió y logró fue impedir la actuación sindical de los inmigrantes anarquistas y socialistas.
Ante los reclamos formulados al gobierno tanto políticos como sociales, un sector del mismo liderado por Roca consideraba necesario seguir con el orden imperante y la represión.
En cambio otro sector encabezado, por el presidente, Figueroa Alcorta, sostenían la necesidad de realizar una reforma política y establecer un sistema representativo.
Esta posición reformista logró imponerse y en 1910, cuando asumió la presidencia Roque Sáenz Peña, impulsó dos leyes sancionadas en 1912. Una ordenaba la confección de un padrón electoral y la otra establecía el voto secreto, obligatorio y universal, lo que permitió que la mayoría de los habitantes (que reunieran determinadas características como, por ejemplo, no ser extranjero ni mujer) votaran en elecciones donde su decisión fuera libre por ser secreta. Este sistema permitió terminar con el fraude electoral aunque no se pudo terminar con la manipulación de la voluntad de los electores (promesas a cambio de votos).
En los años siguientes, los radicales y los socialistas comenzaron a participar en las elecciones; mientras que el anarquismo se debilitó y el radicalismo pudo imponerse.
La sanción de la ley Sáenz Peña dio nueva vida a la política argentina, los partidos se revitalizaron y la ciudadanía comenzó a participar en las elecciones.
El partido gobernante, autor de la reforma, consideraba que con la citada ley se coronaba el proyecto liberal y que se iba a lograr un acuerdo amplio y duradero entre los grupos dirigentes y los emergentes medios de la sociedad.
Grande sería la sorpresa cuando los primeros comicios nacionales realizados a partir de la aplicación de la nueva ley, en elecciones reñidas, el partido radical por escaso margen de votos, con Hipólito Yrigoyen a la cabeza, resultó triunfador.
Quedaron atrás, el proyecto de conformar un partido unificador de las fracciones conservadoras, el intento de Lisandro de la Torre y su recién fundado partido, Demócrata Progresista (fundado en 1914) y el partido socialista.
Economía:
Una de las características más importantes del modelo oligárquico, fue la integración de la economía Argentina al mercado internacional, acatando las pautas de la división internacional del trabajo, que le otorgaba a nuestro país, el lugar de exportador de alimentos y materias primas, y comprador de productos manufacturados.
Los productos exportables de mayor auge en la época tratada fueron el ovino, los cereales y los bovinos. Durante las décadas de 1850-1860, las mejores tierras de la Pampa húmeda fueron dedicadas a la cría de ovejas, desplazando los bovinos hacia tierras más baratas y seguras de la frontera, produciéndose una necesidad constante de aumento de tierras para la producción ganadera, a lo que llevó a avanzar sobre los indígenas, con el fin de exterminarlos y apropiarse de nuevas tierras, en este caso a través de la mal llamada "campaña al desierto" y "contra los indígenas del norte del país". Fue el ovino el que modificó las relaciones de la Argentina con el mercado mundial.
El boom de las exportaciones de lana transforma a la Argentina de una destacada proveedora de materia prima imprescindible, para la industrialización europea, en un momento en que esta cobraba un impulso definitivo. El lugar predominante productor de lana, fue la provincia de Buenos Aires, y su auge perduró hasta fines de siglo. Mientras que en Santa Fe se producía el incremento de la producción cerealera, que se fue transformando después de 1880 en un importante producto exportable, hasta el punto que producida la crisis económica de 1890, se dice que fue posible salir de ella, gracias a la exportación de los cereales.
Al boom del cereal se asoció la renovación ganadera a partir de la introducción de los frigoríficos; los que fueron instalados por capitales ingleses y norteamericanos, que permitieron la exportación de carnes extraídas de un ganado vacuno, refinado, de alta calidad y criado en las mejores tierras del país. La nueva ganadería vacuna impulsó desde principios del siglo XX, el desplazamiento de la cría de ovejas, hacia las tierras del oeste pampeano, y la Patagonia. Así la Pampa húmeda se transformó en la zona de carne y cereal, y por lo tanto en las más rica y vinculada al exterior; lo que fue ayudado por la centralización ferroviaria y financiera en un punto neurálgico, que es la ciudad puerto-capital, Buenos Aires.
Por lo tanto la economía se transformó en la medida que se integraba plenamente la economía mundial. Era desde el exterior, que se producía la demanda de materia prima y alimenticia, como así también era externo el capital invertido para esa producción y la mano de obra utilizada en las mismas, transformándose la economía Argentina en un complemento de la europea, más precisamente de Inglaterra, que era la principal consumidora de nuestros productos agrarios, y la proveedora de productos industriales, capitales y préstamos. Todo esto fue posible debido a la fertilidad natural de las tierras pampeanas que permitieron sostener la expansión.
A partir de aproximadamente 1890 los grandes estancieros adoptaron un sistema de producción basado en el arrendamiento de sus tierras, las que durante 2 años producían cereales, cultivado por los colonos arrendatarios y al tercero alfalfa, según lo establecían contratos de arrendamientos. Esto permitió que aparte de la agricultura se aumentara en cantidad y calidad el ganado vacuno destinados a producir carne para los frigoríficos para luego ser exportada.
La necesidad de mejorar la calidad de las carnes llevó a que aparecieran las cabañas dedicadas a la cría de reproductores de calidad. Nació también la división entre los ganaderos: por un lado los que estaban lejos de los frigoríficos y que se dedicaban a criar ganado (los criadores) y por el otro los que se encontraban cercanos a los frigoríficos y poseían las mejores tierras por lo que se dedicaban al engorde final del ganado (los invernadores)
Las inversiones extranjeras, sobre todo inglesas, fueron las que ayudaron al crecimiento y transformación de la economía del país. Los rubros en los que mayormente invirtieron fueron:
1)Los ferrocarriles: estos fueron levantados ya sea con la sola
inversión inglesa o por medio de préstamos que le hacían al Estado para ser utilizados en el trazado de vías férreas o en infraestructura básica, por ejemplo la modernización del puerto.
Esta red ferroviaria se extendió como una mano abierta por el interior del país siendo su terminal el puerto de Buenos Aires.
1)Control del comercio exterior: través de los frigoríficos, de las
compañías exportadoras (Dreyfus, Bunge y Born, etc.), las empresas navieras, los bancos y los préstamos y los préstamos al Estado.
También fueron importantes las compañías de tierras destinadas a la colonización agrícola-ganadera y forestal.
Sociedad:
La inmigración extranjera fue la que aportó la mano de obra necesaria para la puesta en marcha del modelo agroexportador, debido a la escasez de población argentina incorporada en el mercado laboral.
Para fomentar la inmigración se realizaron campañas en Europa buscando atraer gente prometiéndoles pasajes, un tiempo de estadía gratis (en el hotel de los inmigrantes) y trabajo, fundamentalmente en las colonias agrícolas que se irían constituyendo.
Todo esto no fue con lo que se encontró el inmigrante, ya que relacionado con el trabajo por un lado, accedieron a la tierra como arrendatarios o peones de los grandes latifundistas y por el otro, la mayoría de los recién llegados no eran agricultores y terminaron quedándose a vivir en las ciudades que crecieron en forma vertiginosa (Buenos Aires, Rosario, etc.), donde trabajaron de peones urbanos o bien desempeñaron diferentes oficios (zapateros, comerciantes, sastres, mozos, etc.).
POBLACION INMIGRANTE EXPRESADA POR AÑO
AÑO
INMIGRANTES
1860
5.000
1873
48.000
1886
65.000
1912
323.000
POBLACION EXTRANJERA EN LA ARGENTINA
AÑO
EXTRANJEROS
1869
210.300
1895
1.004.500
1914
2.358.000
Si bien la intención de los gobernantes era traer gente del Norte de Europa con formación industrialista. Los llegados, venían fundamentalmente del Sur y el Este de Europa: italianos, españoles, polacos, rusos, sirios, libaneses y armenios, los que salían de sus países empujados por el hambre o la persecución ideológica y no poseían capacitación laboral.
En menor número llegaron ingleses, franceses, alemanes y suizos quienes tenían por lo general una calificación laboral, cierta instrucción y algún capital que invirtieron en el campo y la industria.
La mayoría de los trabajadores inmigrantes y argentinos vivían en conventillos del centro y sur de Buenos Aires.
Estos conventillos consistían en numerosos cuartos dispuestos alrededor de un patio. En cada cuarto vivían familias enteras que compartían con los demás la cocina, el baño y el patio.
El hacinamiento, la pobreza y la insalubridad en la que se vivía era total y la convivencia era insoportable.
1880-1916.
El 11 de abril de 1880, Julio Argentino Roca fue consagrado presidente de la Nación, luego de vencer a Carlos Tejedor. Ese día marcó el inicio de una etapa dominada por un grupo de personas especializadas en hacer política y ocupada en cubrir los todos los cargos públicos, electivos y no electivos.
Un grupo que representaba claramente los intereses de los terratenientes (grandes propietarios de campos) de la Pampa Húmeda que, políticamente podemos definir usando los términos de Natalio Botana como "Conservador - Liberal". Conservador: porque intentaba mantener el poder político y social en manos de las familias tradicionales. Liberal: porque incorporaba en el país las ideas dominantes en el mundo a la vez introducía a la Argentina en el mercado mundial.
Este grupo dirigente, transformado en gobernantes, ha sido designado por los historiadores modernos como la generación del ’80. Esta es una de las formas de nombrar al conjunto de hombres que tuvieron a su cargo la dirección económica, política y cultural del país entre 1880 y 1916. Estos hombres, no tenían todos la misma edad ni tampoco sostenían las mismas opiniones sobre todos los temas. Sin embargo, es posible identificarlos como grupo, porque compartieron un conjunto coherente de principios e ideas fundamentales que se convirtieron en objetivos de las ideas de gobierno. Su proyecto de desarrollo caracterizó la organización de la economía y la sociedad desde 1880 y, en gran medida, influyó en el desarrollo posterior de la Argentina.
El programa de los hombres de la generación del ’80 nunca fue enunciado explícitamente en forma integral, pero se manifestó de los discursos políticos y parlamentarios, los mensajes presidenciales, la correspondencia epistolar y las notas periodísticas.
Desde el punto de vista político, los objetivos fueron legalizar el poder y pacificar el país. Estos se cumplieron durante la primera presidencia de Roca, que logró concretar su lema: paz y administración.
En el plano económico, el programa se fundamento en el libre cambio y se propuso el desarrollo de los recursos materiales necesarios para garantizar la expansión de la explotación agropecuaria y su integración en el mercado internacional. Para los hombres de la generación del ’80 que conocían y compartían los principios del positivismo, esa continuidad de la expansión económica era la garantía del progreso.
Política:
Para llegar al poder fundaron un partido el P.A.N. (Partido Autonomista Nacional) que se convirtió en una fuerza hegemónica imbatible en las elecciones ya sea por el peso de los "notables" - como se llamaba a sus influyentes dirigentes- o por la práctica del fraude electoral como recurso político.
Este conjunto de gobernantes tuvo como idea central la de organizar y consolidar el Estado Nacional.
El primer paso para ello fue lograr la unidad nacional, lo que se logró a partir de: nacionalizar el ejército y con él aplastar las últimas rebeliones de caudillos provinciales y avanzar sobre territorio indígena tanto en el norte como en el sur; extender el telégrafo que unió a través de la comunicación rápida a todo el país y; el ferrocarril que se extendió desde el puerto de Buenos Aires hacia el interior del país.
Con estos elementos se produce el avance del Estado Nacional que además comienza a dictar leyes que le permiten ocupar espacios que tradicionalmente ocupaba la Iglesia como la educación y el control de la población. Para ello se dictaron leyes como la 1420 de educación elemental, pública, obligatoria, gratuita y laica (las clases de religión sólo podían dictarse antes o después del horario de clases) y la 1565 de Registro Civil de las personas, por lo cual se abrieron en todo el país oficinas para asentar los nacimientos, casamientos y defunciones de las personas que hasta el momento (1884) estaba a cargo de la Iglesia.
Estas leyes, pero fundamentalmente la 1420, provocó un duro enfrentamiento entre el propio grupo dirigente que dividido en clericales y anticlericales dirimieron sus pleitos en todos los ámbitos posibles y que culminó con la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
También se procedió a expandir la burocracia central; se dictaron los códigos civil, comercial y criminal; se crearon las academias naval y militar para la formación de oficiales profesionales para el ejército y se dictó la ley del servicio militar obligatorio que imponía la conscripción de los ciudadanos argentinos de 20 años, previo sorteo y revisación médica.
El partido de gobierno (P.A.N.) va a ir encontrando oposición, sobre todo a partir de 1890 con la coordinación de los sectores opositores en un partido (la Unión Cívica) y un movimiento revolucionario: la "revolución del Parque", que si bien no triunfa , logra la renuncia del Presidente Juárez Célman.)
1°) La U.C.R: ( Unión Cívica Radical) surgida en 1892, presidida por Leandro N. Alem que capitalizaba casi toda la fuerza de la oposición, teniendo como bandera la defensa de la Constitución y la lucha contra el fraude electoral sin oponerse a la organización socioeconómica del gobierno.
A Leandro N. Alem le sucedió su sobrino Hipólito Yrigoyen, quien organizó el partido a partir de convenciones, mitines y comités que facilitaban la elección para cargos directivos de personas no comprometidas con el régimen oligárquico.
La U.C.R. presentó una oposición que en algunos casos llegó a transformarse en lucha armada como en 1893 y 1905.
2°) El partido socialista: se formó en 1895, sus ideas fueron aportadas por los inmigrantes europeos. Su fundador y principal dirigente fue Juan B. Justo. Su campo de acción fueron las grandes ciudades y su base social, los trabajadores urbanos. Sostenía como principio la necesidad de realizar reformas sociales a través de leyes que mejoraran las condiciones de los trabajadores
En cuanto a la política nacional el socialismo se distanció de los radicales tanto como de los conservadores (la "causa" y el "régimen" según el lenguaje de la época). Su órgano de expresión fue el periódico "La Vanguardia".
3°) El Sindicalismo: Aunque el país se organizó a partir de la economía agroexportadora, en las grandes ciudades fueron surgiendo industrias pequeñas (como la textil, sombrerera, carpintería, alimenticia, tipográfica, etc.), que dieron trabajo a numerosos obreros (la mayoría de origen extranjero). Estos obreros o proletarios se organizaron para pedir mejoras en sus salarios, condiciones de trabajo y en general para mejorar su calidad de vida. Se producen las primeras huelgas protagonizadas por los trabajadores tipográficos, barraqueros, carreros, portuarios, etc.
Surgieron también los primeros sindicatos y las primeras organizaciones
que los nucleaban como la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A.) de tendencia anarquista y la Unión General de Trabajadores (U.G.T.).
El gobierno reprimió al movimiento obrero en forma permanente hasta lograr la sanción de la Ley de Residencia (1902) que permitió expulsar a los extranjeros acusados de actuar en contra de lo que se llamó "la seguridad del Estado", pero en realidad lo que se pretendió y logró fue impedir la actuación sindical de los inmigrantes anarquistas y socialistas.
Ante los reclamos formulados al gobierno tanto políticos como sociales, un sector del mismo liderado por Roca consideraba necesario seguir con el orden imperante y la represión.
En cambio otro sector encabezado, por el presidente, Figueroa Alcorta, sostenían la necesidad de realizar una reforma política y establecer un sistema representativo.
Esta posición reformista logró imponerse y en 1910, cuando asumió la presidencia Roque Sáenz Peña, impulsó dos leyes sancionadas en 1912. Una ordenaba la confección de un padrón electoral y la otra establecía el voto secreto, obligatorio y universal, lo que permitió que la mayoría de los habitantes (que reunieran determinadas características como, por ejemplo, no ser extranjero ni mujer) votaran en elecciones donde su decisión fuera libre por ser secreta. Este sistema permitió terminar con el fraude electoral aunque no se pudo terminar con la manipulación de la voluntad de los electores (promesas a cambio de votos).
En los años siguientes, los radicales y los socialistas comenzaron a participar en las elecciones; mientras que el anarquismo se debilitó y el radicalismo pudo imponerse.
La sanción de la ley Sáenz Peña dio nueva vida a la política argentina, los partidos se revitalizaron y la ciudadanía comenzó a participar en las elecciones.
El partido gobernante, autor de la reforma, consideraba que con la citada ley se coronaba el proyecto liberal y que se iba a lograr un acuerdo amplio y duradero entre los grupos dirigentes y los emergentes medios de la sociedad.
Grande sería la sorpresa cuando los primeros comicios nacionales realizados a partir de la aplicación de la nueva ley, en elecciones reñidas, el partido radical por escaso margen de votos, con Hipólito Yrigoyen a la cabeza, resultó triunfador.
Quedaron atrás, el proyecto de conformar un partido unificador de las fracciones conservadoras, el intento de Lisandro de la Torre y su recién fundado partido, Demócrata Progresista (fundado en 1914) y el partido socialista.
Economía:
Una de las características más importantes del modelo oligárquico, fue la integración de la economía Argentina al mercado internacional, acatando las pautas de la división internacional del trabajo, que le otorgaba a nuestro país, el lugar de exportador de alimentos y materias primas, y comprador de productos manufacturados.
Los productos exportables de mayor auge en la época tratada fueron el ovino, los cereales y los bovinos. Durante las décadas de 1850-1860, las mejores tierras de la Pampa húmeda fueron dedicadas a la cría de ovejas, desplazando los bovinos hacia tierras más baratas y seguras de la frontera, produciéndose una necesidad constante de aumento de tierras para la producción ganadera, a lo que llevó a avanzar sobre los indígenas, con el fin de exterminarlos y apropiarse de nuevas tierras, en este caso a través de la mal llamada "campaña al desierto" y "contra los indígenas del norte del país". Fue el ovino el que modificó las relaciones de la Argentina con el mercado mundial.
El boom de las exportaciones de lana transforma a la Argentina de una destacada proveedora de materia prima imprescindible, para la industrialización europea, en un momento en que esta cobraba un impulso definitivo. El lugar predominante productor de lana, fue la provincia de Buenos Aires, y su auge perduró hasta fines de siglo. Mientras que en Santa Fe se producía el incremento de la producción cerealera, que se fue transformando después de 1880 en un importante producto exportable, hasta el punto que producida la crisis económica de 1890, se dice que fue posible salir de ella, gracias a la exportación de los cereales.
Al boom del cereal se asoció la renovación ganadera a partir de la introducción de los frigoríficos; los que fueron instalados por capitales ingleses y norteamericanos, que permitieron la exportación de carnes extraídas de un ganado vacuno, refinado, de alta calidad y criado en las mejores tierras del país. La nueva ganadería vacuna impulsó desde principios del siglo XX, el desplazamiento de la cría de ovejas, hacia las tierras del oeste pampeano, y la Patagonia. Así la Pampa húmeda se transformó en la zona de carne y cereal, y por lo tanto en las más rica y vinculada al exterior; lo que fue ayudado por la centralización ferroviaria y financiera en un punto neurálgico, que es la ciudad puerto-capital, Buenos Aires.
Por lo tanto la economía se transformó en la medida que se integraba plenamente la economía mundial. Era desde el exterior, que se producía la demanda de materia prima y alimenticia, como así también era externo el capital invertido para esa producción y la mano de obra utilizada en las mismas, transformándose la economía Argentina en un complemento de la europea, más precisamente de Inglaterra, que era la principal consumidora de nuestros productos agrarios, y la proveedora de productos industriales, capitales y préstamos. Todo esto fue posible debido a la fertilidad natural de las tierras pampeanas que permitieron sostener la expansión.
A partir de aproximadamente 1890 los grandes estancieros adoptaron un sistema de producción basado en el arrendamiento de sus tierras, las que durante 2 años producían cereales, cultivado por los colonos arrendatarios y al tercero alfalfa, según lo establecían contratos de arrendamientos. Esto permitió que aparte de la agricultura se aumentara en cantidad y calidad el ganado vacuno destinados a producir carne para los frigoríficos para luego ser exportada.
La necesidad de mejorar la calidad de las carnes llevó a que aparecieran las cabañas dedicadas a la cría de reproductores de calidad. Nació también la división entre los ganaderos: por un lado los que estaban lejos de los frigoríficos y que se dedicaban a criar ganado (los criadores) y por el otro los que se encontraban cercanos a los frigoríficos y poseían las mejores tierras por lo que se dedicaban al engorde final del ganado (los invernadores)
Las inversiones extranjeras, sobre todo inglesas, fueron las que ayudaron al crecimiento y transformación de la economía del país. Los rubros en los que mayormente invirtieron fueron:
1)Los ferrocarriles: estos fueron levantados ya sea con la sola
inversión inglesa o por medio de préstamos que le hacían al Estado para ser utilizados en el trazado de vías férreas o en infraestructura básica, por ejemplo la modernización del puerto.
Esta red ferroviaria se extendió como una mano abierta por el interior del país siendo su terminal el puerto de Buenos Aires.
1)Control del comercio exterior: través de los frigoríficos, de las
compañías exportadoras (Dreyfus, Bunge y Born, etc.), las empresas navieras, los bancos y los préstamos y los préstamos al Estado.
También fueron importantes las compañías de tierras destinadas a la colonización agrícola-ganadera y forestal.
Sociedad:
La inmigración extranjera fue la que aportó la mano de obra necesaria para la puesta en marcha del modelo agroexportador, debido a la escasez de población argentina incorporada en el mercado laboral.
Para fomentar la inmigración se realizaron campañas en Europa buscando atraer gente prometiéndoles pasajes, un tiempo de estadía gratis (en el hotel de los inmigrantes) y trabajo, fundamentalmente en las colonias agrícolas que se irían constituyendo.
Todo esto no fue con lo que se encontró el inmigrante, ya que relacionado con el trabajo por un lado, accedieron a la tierra como arrendatarios o peones de los grandes latifundistas y por el otro, la mayoría de los recién llegados no eran agricultores y terminaron quedándose a vivir en las ciudades que crecieron en forma vertiginosa (Buenos Aires, Rosario, etc.), donde trabajaron de peones urbanos o bien desempeñaron diferentes oficios (zapateros, comerciantes, sastres, mozos, etc.).
POBLACION INMIGRANTE EXPRESADA POR AÑO
AÑO
INMIGRANTES
1860
5.000
1873
48.000
1886
65.000
1912
323.000
POBLACION EXTRANJERA EN LA ARGENTINA
AÑO
EXTRANJEROS
1869
210.300
1895
1.004.500
1914
2.358.000
Si bien la intención de los gobernantes era traer gente del Norte de Europa con formación industrialista. Los llegados, venían fundamentalmente del Sur y el Este de Europa: italianos, españoles, polacos, rusos, sirios, libaneses y armenios, los que salían de sus países empujados por el hambre o la persecución ideológica y no poseían capacitación laboral.
En menor número llegaron ingleses, franceses, alemanes y suizos quienes tenían por lo general una calificación laboral, cierta instrucción y algún capital que invirtieron en el campo y la industria.
La mayoría de los trabajadores inmigrantes y argentinos vivían en conventillos del centro y sur de Buenos Aires.
Estos conventillos consistían en numerosos cuartos dispuestos alrededor de un patio. En cada cuarto vivían familias enteras que compartían con los demás la cocina, el baño y el patio.
El hacinamiento, la pobreza y la insalubridad en la que se vivía era total y la convivencia era insoportable.
INMIGRANTES: LA VIDA EN LOS CONVENTILLOS
"Una de las características más significativas de las casas de inquilinato era el elevado índice de hacinamiento, ligado a las notorias deficiencias sanitarias.
Los informes realizados por médicos higienistas de la época y las publicaciones del diario La Prensa, ilustran acerca de habitaciones sin aire y sin luz por carecer de ventanas, de cuatro o cinco metros por lado, ocupadas por más de media docena de personas.
Esas mismas habitaciones en donde vivían –comían y dormían- se convertían en improvisados talleres en los que costureras, planchadoras y sastres, se integraban al tan mal remunerado sistema de “trabajo a domicilio.
El hacinamiento se vio agravado por el precario y a veces inexistente servicio sanitario de los conventillos, lo cual generó que estas casas se convirtieran en verdaderos focos de irradiación de enfermedades infectocontagiosas.
La carencia de cocinas obligaba a los inquilinos a usar braseros, que se encendían en los patios junto a las puertas de las piezas; de esta manera no era difícil que a la hora del almuerzo o la cena estuvieran encendidos en el mismo patio 25 o 30 braseros. Los problemas se agudizaban en los días de lluvia ya que no había más alternativa que cocinar dentro de los cuartos, lo que estaba prohibido por las reglamentaciones vigentes.
Por otra parte en el conventillo se instrumentó un eficaz sistema represivo que tuvo basamento legal en los reglamentos internos. A través de sus cláusulas los propietarios y los caseros establecían las pautas de conducta que los inquilinos debían observar, y también el monto del depósito del alquiler y las fechas en que debían hacerse efectivos.
El no cumplimiento del contrato del locatario durante dos meses permitía efectuar al dueño la correspondiente demanda judicial y, como consecuencia, el inmediato desalojo de los demandados. Todo el peso del aparato judicial respaldaba a los propietarios y dejaba indefensos a los inquilinos."
Suriano, Juan. “El conventillo”. En Movimientos sociales. La huelga de los inquilinos de 1907. Prólogo. Buenos Aires, CEAL – Historia testimonial argentina. Documentos vivos de nuestro pasado. N 2. 1983
"Una de las características más significativas de las casas de inquilinato era el elevado índice de hacinamiento, ligado a las notorias deficiencias sanitarias.
Los informes realizados por médicos higienistas de la época y las publicaciones del diario La Prensa, ilustran acerca de habitaciones sin aire y sin luz por carecer de ventanas, de cuatro o cinco metros por lado, ocupadas por más de media docena de personas.
Esas mismas habitaciones en donde vivían –comían y dormían- se convertían en improvisados talleres en los que costureras, planchadoras y sastres, se integraban al tan mal remunerado sistema de “trabajo a domicilio.
El hacinamiento se vio agravado por el precario y a veces inexistente servicio sanitario de los conventillos, lo cual generó que estas casas se convirtieran en verdaderos focos de irradiación de enfermedades infectocontagiosas.
La carencia de cocinas obligaba a los inquilinos a usar braseros, que se encendían en los patios junto a las puertas de las piezas; de esta manera no era difícil que a la hora del almuerzo o la cena estuvieran encendidos en el mismo patio 25 o 30 braseros. Los problemas se agudizaban en los días de lluvia ya que no había más alternativa que cocinar dentro de los cuartos, lo que estaba prohibido por las reglamentaciones vigentes.
Por otra parte en el conventillo se instrumentó un eficaz sistema represivo que tuvo basamento legal en los reglamentos internos. A través de sus cláusulas los propietarios y los caseros establecían las pautas de conducta que los inquilinos debían observar, y también el monto del depósito del alquiler y las fechas en que debían hacerse efectivos.
El no cumplimiento del contrato del locatario durante dos meses permitía efectuar al dueño la correspondiente demanda judicial y, como consecuencia, el inmediato desalojo de los demandados. Todo el peso del aparato judicial respaldaba a los propietarios y dejaba indefensos a los inquilinos."
Suriano, Juan. “El conventillo”. En Movimientos sociales. La huelga de los inquilinos de 1907. Prólogo. Buenos Aires, CEAL – Historia testimonial argentina. Documentos vivos de nuestro pasado. N 2. 1983
FERROCARRILES Y DEPENDENCIA ECONÓMICA
Texto de lectura en clase "Todo progreso argentino daña alguna partícula de la hegemonía inglesa. Toda industria argentina desplaza una industria similar inglesa o de alguno de sus satélites, con cuyos productos ella comercia. El zapato o el traje confeccionado en la Argentina, disminuye la ganancia de una tejeduría inglesa, de una compañía naviera y de una empresa ferroviaria. Si se descubriese y explotase algún gran yacimiento metalífero, miles de desocupados irían a engrosar las legiones parasitarias de los sin trabajo, muchos altos hornos se extinguirían, muchos buques navegarían en lastre. Mantener inactivos esos yacimientos sería, en ese caso, la lógica de la política inglesa.
El instrumento más poderoso de la hegemonía inglesa para lograr sus propósitos entre nosotros es el ferrocarril. El arma del ferrocarril es la tarifa. Las tarifas juegan un papel preponderante en la vida de un pueblo. Con ellas se pueden impedir industrias, crear zonas de privilegio, fomentar regiones, estimular cultivos especiales y hasta destruir ciudades florecientes. Es un arma artera, silenciosa.
En conclusión el ferrocarril extranjero extendió el área comercialmente cultivable con cereales y el perímetro de las praderas aprovechables para la cría del ganado, pero impidió sistemáticamente el comercio interior y las industrializaciones locales. El ferrocarril fue el arma primordial de que se valieron los extranjeros para sofocar todo progreso que de alguna manera pudiera hacer vacilar su hegemonía. Fueron, los nuestros, ferrocarriles coloniales destinados a mantenernos en la rutina sin salida del primitivismo agropecuario. Tal es la triste consecuencia que se deduce de nuestra historia ferroviaria, y tal fue la misión para la cual fueron construidos.
El poder financiero interno de las empresas ferroviarias, es decir, la suma de caudales que anualmente manejaban, ha sido apenas ligeramente inferior a los caudales de que disponían los gobiernos.
Los fondos que los ferrocarriles extraían anualmente de la economía argentina carecían de todo control y fiscalización, tanto en su percepción como en su inversión; por eso el poder de corrupción de los ferrocarriles era prácticamente inconmensurable."
Párrafos seleccionados de Scalabrini Ortiz, Raúl. Política Británica en el Río de la Plata e Historia de los Ferrocarriles Argentinos. Editorial Plus Ultra.
Nuestra Propuesta
Nuestra propuesta: La escuela y La casa del Bicentenario juntas para conocer el Modelo Agroexportador 1880-1916
Mensaje a nuestros alumnos:
Quizás no nos tendría que sorprender que una muestra sea una tecnología educativa que nos permite conocer, analizar y pensar una realidad o un pasado desde otra perspectiva. Objetos, imágenes, símbolos de una época que dejaron sus marcas y huellas. Es como sacarle el polvo a las fotos sepias de la Memoria. Y los argentinos debemos estar atentos porque sabemos de amnesias. Algo que hay que evitar para siempre.
También desestructurar la idea de que sólo se aprende con manuales de texto.
Vivimos un mundo multimodal: imágenes, frases, slogans publicitarios, señales que esperan ser descifrados más allá de un índice acartonado.
Partimos de datos históricos y signos para descifrar nuestra Historia, en este caso el Modelo Agroexportador, con las herramientas de la Semiótica, y en especial conceptos de Eliseo Verón (discursos sociales, marcas y huellas entre otros) y a través de la información que nos brinda la Muestra “Economía y Política, 200 años de Historia” en La Casa del Bicentenario.
Frases, iconos, hechos históricos, personajes para pensar una etapa de nuestro pasado.
En una época de nuevos lenguajes, mediatizaciones, globalizaciones, nuevas tecnologías, crisis del modelo pedagógico tradicional y del aula como espacio educativo productor de conocimientos y sentidos nosotros reivindicamos las nuevas tecnologías, en este caso un blog, para poder ser críticos y pensar qué nos pasó y pasa como ciudadanos y argentinos.
Quién es Eliseo Verón?
¿Quién es Eliseo Verón?
Eliseo Verón es profesor plenario y director de la licenciatura en Comunicación. Entre 2001 y 2006 dirigió también el Master de Periodismo de la universidad. Licenciado en Filosofía de la Universidad de Buenos Aires en 1960, una beca externa del CONICET lo llevó a trabajar durante dos años en el Laboratorio de Antropología Social del Collège de France con Claude Lévi-Strauss. De regreso a la Argentina, fue profesor del Departamento de Sociología de la UBA hasta 1966. En 1970 recibió la John Simon Guggenheim Memorial Foundation Fellowship. Dirigió el Centro de Investigaciones Sociales del Instituto Di Tella antes de radicarse en Francia, donde vivió veinticuatro años. Recibió su diploma de Doctor de Estado en la Universidad de París VIII, donde fue nombrado profesor y dirigió el Departamento de Ciencias de la Información y de la Comunicación hasta 1995. Ha dictado seminarios en numerosas universidades de América Latina, Europa y Estados Unidos. En 1995 regresó definitivamente a la Argentina. En 2006 recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario y el Konex de platino de la Fundación Konex. En colaboración con colegas de Porto Alegre, Rio de Janeiro, Salvador de Bahia y Maceió, creó en Brasil el Centro Internacional de Semiótica y Comunicación con sede en Japaratinga, Alagoas, que comenzó sus actividades en el 2009 y del cual es Presidente Honorario.
INVESTIGACIÓN EN CURSO
Trabaja actualmente en varios proyectos sobre la situación de los diarios papel en distintos países del mundo, en relación con el desarrollo del periodismo electrónico. Está escribiendo un libro cuyo eje principal es la historia de la mediatización, un análisis de los principales momentos de surgimiento de dispositivos técnicos de comunicación y sus consecuencias económicas, políticas y sociales.
Eliseo Verón es profesor plenario y director de la licenciatura en Comunicación. Entre 2001 y 2006 dirigió también el Master de Periodismo de la universidad. Licenciado en Filosofía de la Universidad de Buenos Aires en 1960, una beca externa del CONICET lo llevó a trabajar durante dos años en el Laboratorio de Antropología Social del Collège de France con Claude Lévi-Strauss. De regreso a la Argentina, fue profesor del Departamento de Sociología de la UBA hasta 1966. En 1970 recibió la John Simon Guggenheim Memorial Foundation Fellowship. Dirigió el Centro de Investigaciones Sociales del Instituto Di Tella antes de radicarse en Francia, donde vivió veinticuatro años. Recibió su diploma de Doctor de Estado en la Universidad de París VIII, donde fue nombrado profesor y dirigió el Departamento de Ciencias de la Información y de la Comunicación hasta 1995. Ha dictado seminarios en numerosas universidades de América Latina, Europa y Estados Unidos. En 1995 regresó definitivamente a la Argentina. En 2006 recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario y el Konex de platino de la Fundación Konex. En colaboración con colegas de Porto Alegre, Rio de Janeiro, Salvador de Bahia y Maceió, creó en Brasil el Centro Internacional de Semiótica y Comunicación con sede en Japaratinga, Alagoas, que comenzó sus actividades en el 2009 y del cual es Presidente Honorario.
INVESTIGACIÓN EN CURSO
Trabaja actualmente en varios proyectos sobre la situación de los diarios papel en distintos países del mundo, en relación con el desarrollo del periodismo electrónico. Está escribiendo un libro cuyo eje principal es la historia de la mediatización, un análisis de los principales momentos de surgimiento de dispositivos técnicos de comunicación y sus consecuencias económicas, políticas y sociales.
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