martes, 8 de noviembre de 2011

Un poco de Historia

Historia Argentina.

1880-1916.


El 11 de abril de 1880, Julio Argentino Roca fue consagrado presidente de la Nación, luego de vencer a Carlos Tejedor. Ese día marcó el inicio de una etapa dominada por un grupo de personas especializadas en hacer política y ocupada en cubrir los todos los cargos públicos, electivos y no electivos.

Un grupo que representaba claramente los intereses de los terratenientes (grandes propietarios de campos) de la Pampa Húmeda que, políticamente podemos definir usando los términos de Natalio Botana como "Conservador - Liberal". Conservador: porque intentaba mantener el poder político y social en manos de las familias tradicionales. Liberal: porque incorporaba en el país las ideas dominantes en el mundo a la vez introducía a la Argentina en el mercado mundial.

Este grupo dirigente, transformado en gobernantes, ha sido designado por los historiadores modernos como la generación del ’80. Esta es una de las formas de nombrar al conjunto de hombres que tuvieron a su cargo la dirección económica, política y cultural del país entre 1880 y 1916. Estos hombres, no tenían todos la misma edad ni tampoco sostenían las mismas opiniones sobre todos los temas. Sin embargo, es posible identificarlos como grupo, porque compartieron un conjunto coherente de principios e ideas fundamentales que se convirtieron en objetivos de las ideas de gobierno. Su proyecto de desarrollo caracterizó la organización de la economía y la sociedad desde 1880 y, en gran medida, influyó en el desarrollo posterior de la Argentina.

El programa de los hombres de la generación del ’80 nunca fue enunciado explícitamente en forma integral, pero se manifestó de los discursos políticos y parlamentarios, los mensajes presidenciales, la correspondencia epistolar y las notas periodísticas.

Desde el punto de vista político, los objetivos fueron legalizar el poder y pacificar el país. Estos se cumplieron durante la primera presidencia de Roca, que logró concretar su lema: paz y administración.

En el plano económico, el programa se fundamento en el libre cambio y se propuso el desarrollo de los recursos materiales necesarios para garantizar la expansión de la explotación agropecuaria y su integración en el mercado internacional. Para los hombres de la generación del ’80 que conocían y compartían los principios del positivismo, esa continuidad de la expansión económica era la garantía del progreso.

Política:

Para llegar al poder fundaron un partido el P.A.N. (Partido Autonomista Nacional) que se convirtió en una fuerza hegemónica imbatible en las elecciones ya sea por el peso de los "notables" - como se llamaba a sus influyentes dirigentes- o por la práctica del fraude electoral como recurso político.

Este conjunto de gobernantes tuvo como idea central la de organizar y consolidar el Estado Nacional.

El primer paso para ello fue lograr la unidad nacional, lo que se logró a partir de: nacionalizar el ejército y con él aplastar las últimas rebeliones de caudillos provinciales y avanzar sobre territorio indígena tanto en el norte como en el sur; extender el telégrafo que unió a través de la comunicación rápida a todo el país y; el ferrocarril que se extendió desde el puerto de Buenos Aires hacia el interior del país.

Con estos elementos se produce el avance del Estado Nacional que además comienza a dictar leyes que le permiten ocupar espacios que tradicionalmente ocupaba la Iglesia como la educación y el control de la población. Para ello se dictaron leyes como la 1420 de educación elemental, pública, obligatoria, gratuita y laica (las clases de religión sólo podían dictarse antes o después del horario de clases) y la 1565 de Registro Civil de las personas, por lo cual se abrieron en todo el país oficinas para asentar los nacimientos, casamientos y defunciones de las personas que hasta el momento (1884) estaba a cargo de la Iglesia.

Estas leyes, pero fundamentalmente la 1420, provocó un duro enfrentamiento entre el propio grupo dirigente que dividido en clericales y anticlericales dirimieron sus pleitos en todos los ámbitos posibles y que culminó con la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Vaticano.

También se procedió a expandir la burocracia central; se dictaron los códigos civil, comercial y criminal; se crearon las academias naval y militar para la formación de oficiales profesionales para el ejército y se dictó la ley del servicio militar obligatorio que imponía la conscripción de los ciudadanos argentinos de 20 años, previo sorteo y revisación médica.

El partido de gobierno (P.A.N.) va a ir encontrando oposición, sobre todo a partir de 1890 con la coordinación de los sectores opositores en un partido (la Unión Cívica) y un movimiento revolucionario: la "revolución del Parque", que si bien no triunfa , logra la renuncia del Presidente Juárez Célman.)



1°) La U.C.R: ( Unión Cívica Radical) surgida en 1892, presidida por Leandro N. Alem que capitalizaba casi toda la fuerza de la oposición, teniendo como bandera la defensa de la Constitución y la lucha contra el fraude electoral sin oponerse a la organización socioeconómica del gobierno.

A Leandro N. Alem le sucedió su sobrino Hipólito Yrigoyen, quien organizó el partido a partir de convenciones, mitines y comités que facilitaban la elección para cargos directivos de personas no comprometidas con el régimen oligárquico.

La U.C.R. presentó una oposición que en algunos casos llegó a transformarse en lucha armada como en 1893 y 1905.



2°) El partido socialista: se formó en 1895, sus ideas fueron aportadas por los inmigrantes europeos. Su fundador y principal dirigente fue Juan B. Justo. Su campo de acción fueron las grandes ciudades y su base social, los trabajadores urbanos. Sostenía como principio la necesidad de realizar reformas sociales a través de leyes que mejoraran las condiciones de los trabajadores

En cuanto a la política nacional el socialismo se distanció de los radicales tanto como de los conservadores (la "causa" y el "régimen" según el lenguaje de la época). Su órgano de expresión fue el periódico "La Vanguardia".

3°) El Sindicalismo: Aunque el país se organizó a partir de la economía agroexportadora, en las grandes ciudades fueron surgiendo industrias pequeñas (como la textil, sombrerera, carpintería, alimenticia, tipográfica, etc.), que dieron trabajo a numerosos obreros (la mayoría de origen extranjero). Estos obreros o proletarios se organizaron para pedir mejoras en sus salarios, condiciones de trabajo y en general para mejorar su calidad de vida. Se producen las primeras huelgas protagonizadas por los trabajadores tipográficos, barraqueros, carreros, portuarios, etc.

Surgieron también los primeros sindicatos y las primeras organizaciones

que los nucleaban como la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A.) de tendencia anarquista y la Unión General de Trabajadores (U.G.T.).

El gobierno reprimió al movimiento obrero en forma permanente hasta lograr la sanción de la Ley de Residencia (1902) que permitió expulsar a los extranjeros acusados de actuar en contra de lo que se llamó "la seguridad del Estado", pero en realidad lo que se pretendió y logró fue impedir la actuación sindical de los inmigrantes anarquistas y socialistas.

Ante los reclamos formulados al gobierno tanto políticos como sociales, un sector del mismo liderado por Roca consideraba necesario seguir con el orden imperante y la represión.

En cambio otro sector encabezado, por el presidente, Figueroa Alcorta, sostenían la necesidad de realizar una reforma política y establecer un sistema representativo.

Esta posición reformista logró imponerse y en 1910, cuando asumió la presidencia Roque Sáenz Peña, impulsó dos leyes sancionadas en 1912. Una ordenaba la confección de un padrón electoral y la otra establecía el voto secreto, obligatorio y universal, lo que permitió que la mayoría de los habitantes (que reunieran determinadas características como, por ejemplo, no ser extranjero ni mujer) votaran en elecciones donde su decisión fuera libre por ser secreta. Este sistema permitió terminar con el fraude electoral aunque no se pudo terminar con la manipulación de la voluntad de los electores (promesas a cambio de votos).

En los años siguientes, los radicales y los socialistas comenzaron a participar en las elecciones; mientras que el anarquismo se debilitó y el radicalismo pudo imponerse.

La sanción de la ley Sáenz Peña dio nueva vida a la política argentina, los partidos se revitalizaron y la ciudadanía comenzó a participar en las elecciones.

El partido gobernante, autor de la reforma, consideraba que con la citada ley se coronaba el proyecto liberal y que se iba a lograr un acuerdo amplio y duradero entre los grupos dirigentes y los emergentes medios de la sociedad.

Grande sería la sorpresa cuando los primeros comicios nacionales realizados a partir de la aplicación de la nueva ley, en elecciones reñidas, el partido radical por escaso margen de votos, con Hipólito Yrigoyen a la cabeza, resultó triunfador.

Quedaron atrás, el proyecto de conformar un partido unificador de las fracciones conservadoras, el intento de Lisandro de la Torre y su recién fundado partido, Demócrata Progresista (fundado en 1914) y el partido socialista.

Economía:

Una de las características más importantes del modelo oligárquico, fue la integración de la economía Argentina al mercado internacional, acatando las pautas de la división internacional del trabajo, que le otorgaba a nuestro país, el lugar de exportador de alimentos y materias primas, y comprador de productos manufacturados.

Los productos exportables de mayor auge en la época tratada fueron el ovino, los cereales y los bovinos. Durante las décadas de 1850-1860, las mejores tierras de la Pampa húmeda fueron dedicadas a la cría de ovejas, desplazando los bovinos hacia tierras más baratas y seguras de la frontera, produciéndose una necesidad constante de aumento de tierras para la producción ganadera, a lo que llevó a avanzar sobre los indígenas, con el fin de exterminarlos y apropiarse de nuevas tierras, en este caso a través de la mal llamada "campaña al desierto" y "contra los indígenas del norte del país". Fue el ovino el que modificó las relaciones de la Argentina con el mercado mundial.

El boom de las exportaciones de lana transforma a la Argentina de una destacada proveedora de materia prima imprescindible, para la industrialización europea, en un momento en que esta cobraba un impulso definitivo. El lugar predominante productor de lana, fue la provincia de Buenos Aires, y su auge perduró hasta fines de siglo. Mientras que en Santa Fe se producía el incremento de la producción cerealera, que se fue transformando después de 1880 en un importante producto exportable, hasta el punto que producida la crisis económica de 1890, se dice que fue posible salir de ella, gracias a la exportación de los cereales.

Al boom del cereal se asoció la renovación ganadera a partir de la introducción de los frigoríficos; los que fueron instalados por capitales ingleses y norteamericanos, que permitieron la exportación de carnes extraídas de un ganado vacuno, refinado, de alta calidad y criado en las mejores tierras del país. La nueva ganadería vacuna impulsó desde principios del siglo XX, el desplazamiento de la cría de ovejas, hacia las tierras del oeste pampeano, y la Patagonia. Así la Pampa húmeda se transformó en la zona de carne y cereal, y por lo tanto en las más rica y vinculada al exterior; lo que fue ayudado por la centralización ferroviaria y financiera en un punto neurálgico, que es la ciudad puerto-capital, Buenos Aires.

Por lo tanto la economía se transformó en la medida que se integraba plenamente la economía mundial. Era desde el exterior, que se producía la demanda de materia prima y alimenticia, como así también era externo el capital invertido para esa producción y la mano de obra utilizada en las mismas, transformándose la economía Argentina en un complemento de la europea, más precisamente de Inglaterra, que era la principal consumidora de nuestros productos agrarios, y la proveedora de productos industriales, capitales y préstamos. Todo esto fue posible debido a la fertilidad natural de las tierras pampeanas que permitieron sostener la expansión.



A partir de aproximadamente 1890 los grandes estancieros adoptaron un sistema de producción basado en el arrendamiento de sus tierras, las que durante 2 años producían cereales, cultivado por los colonos arrendatarios y al tercero alfalfa, según lo establecían contratos de arrendamientos. Esto permitió que aparte de la agricultura se aumentara en cantidad y calidad el ganado vacuno destinados a producir carne para los frigoríficos para luego ser exportada.

La necesidad de mejorar la calidad de las carnes llevó a que aparecieran las cabañas dedicadas a la cría de reproductores de calidad. Nació también la división entre los ganaderos: por un lado los que estaban lejos de los frigoríficos y que se dedicaban a criar ganado (los criadores) y por el otro los que se encontraban cercanos a los frigoríficos y poseían las mejores tierras por lo que se dedicaban al engorde final del ganado (los invernadores)

Las inversiones extranjeras, sobre todo inglesas, fueron las que ayudaron al crecimiento y transformación de la economía del país. Los rubros en los que mayormente invirtieron fueron:

1)Los ferrocarriles: estos fueron levantados ya sea con la sola

inversión inglesa o por medio de préstamos que le hacían al Estado para ser utilizados en el trazado de vías férreas o en infraestructura básica, por ejemplo la modernización del puerto.

Esta red ferroviaria se extendió como una mano abierta por el interior del país siendo su terminal el puerto de Buenos Aires.

1)Control del comercio exterior: través de los frigoríficos, de las

compañías exportadoras (Dreyfus, Bunge y Born, etc.), las empresas navieras, los bancos y los préstamos y los préstamos al Estado.

También fueron importantes las compañías de tierras destinadas a la colonización agrícola-ganadera y forestal.

Sociedad:

La inmigración extranjera fue la que aportó la mano de obra necesaria para la puesta en marcha del modelo agroexportador, debido a la escasez de población argentina incorporada en el mercado laboral.

Para fomentar la inmigración se realizaron campañas en Europa buscando atraer gente prometiéndoles pasajes, un tiempo de estadía gratis (en el hotel de los inmigrantes) y trabajo, fundamentalmente en las colonias agrícolas que se irían constituyendo.

Todo esto no fue con lo que se encontró el inmigrante, ya que relacionado con el trabajo por un lado, accedieron a la tierra como arrendatarios o peones de los grandes latifundistas y por el otro, la mayoría de los recién llegados no eran agricultores y terminaron quedándose a vivir en las ciudades que crecieron en forma vertiginosa (Buenos Aires, Rosario, etc.), donde trabajaron de peones urbanos o bien desempeñaron diferentes oficios (zapateros, comerciantes, sastres, mozos, etc.).



POBLACION INMIGRANTE EXPRESADA POR AÑO



AÑO

INMIGRANTES

1860

5.000

1873

48.000

1886

65.000

1912

323.000





POBLACION EXTRANJERA EN LA ARGENTINA



AÑO

EXTRANJEROS

1869

210.300

1895

1.004.500

1914

2.358.000





Si bien la intención de los gobernantes era traer gente del Norte de Europa con formación industrialista. Los llegados, venían fundamentalmente del Sur y el Este de Europa: italianos, españoles, polacos, rusos, sirios, libaneses y armenios, los que salían de sus países empujados por el hambre o la persecución ideológica y no poseían capacitación laboral.

En menor número llegaron ingleses, franceses, alemanes y suizos quienes tenían por lo general una calificación laboral, cierta instrucción y algún capital que invirtieron en el campo y la industria.

La mayoría de los trabajadores inmigrantes y argentinos vivían en conventillos del centro y sur de Buenos Aires.

Estos conventillos consistían en numerosos cuartos dispuestos alrededor de un patio. En cada cuarto vivían familias enteras que compartían con los demás la cocina, el baño y el patio.

El hacinamiento, la pobreza y la insalubridad en la que se vivía era total y la convivencia era insoportable.

1 comentario:

  1. muy buen articulo, lastima q mi profesora chota no avise para las pruebas. ayuda pero igual desapruebo, gracias de todas maneras

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